Llegas a tu casa después de un duro día de trabajo, cansado y sabes que te mereces una ducha con la que relajarte. ¿Crees entonces que te puedes meter en un plato de ducha cualquiera?
Cuando preguntamos en qué se fijaban nuestros clientes a la hora de elegir un plato de ducha, sus respuestas fueron:
- Estética y durabilidad
- El acabado
- El tamaño.
- La resistencia.
- El material.
- Si deshagua correctamente.
Comprar un plato de ducha es una decisión importante, por eso antes de elegir, hay que tener en cuenta no sólo aspectos estéticos, sino también una serie de factores clave que determinan su calidad, funcionalidad y seguridad. Al mismo tiempo esos parámetros tienen que asegurarnos que sea más resistente al uso diario y por lo tanto que se conserve en perfecto estado durante más tiempo.
La composición de un plato de ducha
Los platos acrílicos están compuestos por una lámina acrílica sanitaria, reforzada en el interior por fibra de vidrio y aglomerado de alta densidad. Frente al tradicional plato cerámico, ofrecen una mayor resistencia a los golpes y una mayor superficie antideslizante. Y frente a los platos de carga mineral, ofrecen un menor peso, lo que facilita su instalación.
Como puedes ver, a priori, todos los platos acrílicos parecen iguales, pero no es así. Las diferencias entre uno y otro son enormes.
A la hora de realizar una compra tan importante como la de un plato de ducha, lo mejor es siempre ponerte en manos en profesionales, los cuales te aconsejarán el plato de ducha que mejor se adapta a tus necesidades y que cumpla todos los requisitos.
Un requisito imprescindible para mantener la higiene del plato de ducha, es una mampara de ducha, por eso te invitamos a visitar nuestra sección de mamparas de baño, para que la decoración de tu cuarto de baño sea más duradera.