Hoy en día, la ducha es uno de los elementos con más presencia del baño, y es capaz, por si sola, de darle personalidad a todo el conjunto. Por eso es importante que prestes especial atención, no solo a la ducha en sí, sino a todos los elementos que la rodean, empezando por el plato.
Tamaño
Por regla general, resulta bastante fácil encontrar los elementos que den forma a un ambiente cuando disponemos de mucho espacio. Pero, ¿y si el cuarto de baño es pequeño?. Si tienes un baño de menos de tres metros cuadrados lo ideal es que instales una ducha cuadrada o angular, ya que son las que menos ocupan, especialmente las angulares, las cuales permiten aprovechar muy bien el espacio disponible.
Sin embargo, si tu baño es mediado, puedes estirar un poco más las dimensiones de la ducha y decantarte por un plato de ducha de hasta 100 X 100 centímetros. Generalmente resultan muy cómodos y los diseños minimalistas de algunos de ellos son perfectos para todo tipo de ambientes.
Materiales
Tradicionalmente, los platos de ducha suelen ser cerámicos o acrílicos. Los primeros son bastantes resistentes al paso del tiempo y fáciles de limpiar, ya que soportan muy bien los productos de limpieza. Por otro lado los platos acrílicos son más resistentes a los golpes y su instalación es más sencilla.
Aún así, hoy en día los fabricantes han desarrollado soluciones muy innovadoras en cuanto a diseño y funcionalidad se refiere, fundamentalmente en resina y cargas minerales.
Altura y superficie
En comparación con la bañera, la accesibilidad y la seguridad son dos de las principales ventajas de la ducha. En aquellos hogares donde haya niños o personas mayores o con movilidad reducida, el plato de ducha resulta mucho más cómodo a la hora de entrar y salir, especialmente si es extrapolando. En este sentido, lo ideal es apostar por modelos de tres centímetros de altura y, por supuesto, asegúrate que el plato de ducha que elijas tiene una superficie antideslizante.
Diseño
Actualmente los platos de ducha se prestan mucho a la personalización. La amplia gama de colores, texturas y formas disponibles en el mercado hará que te resulta muy fácil encontrar el que mejor encaje con tu baño.
De todas formas, si lo que quieres es seguir las últimas tendencias en interiorismo, te aconsejamos que tengas presentes estas tres claves básicas:
- Apuesta por colores naturales: blanco, marfil, negro, antracita o gris.
- Los platos de ducha con texturas (imitando a la madera, la pizarra, la piedra…) son muchos más agradables al tacto.
- La ducha cuánto más grande mejor. Si entra dentro de tus posibilidades, elige un plato de corte a medida y aprovecha todo el espacio disponible.
Por último, ten en cuenta todos los detalles. Hasta el más insignificante puede hacer diferente tu baño.
En definitiva, sigue todos estos consejos y pronto descubrirás que darse una ducha va más allá de la actividad de higiene diaria, ¡es un auténtico gustazo!
Y si además del plato de ducha, también quieres elegir la mampara más adecuada, te aconsejamos que leas nuestros post “Consejos para elegir la mampara de ducha más adecuada (I)” y “Consejos para elegir la mampara de ducha más adecuada (II)”
